Fueron cuatro consejos que recibió de su padre, nuestro abuelo Mon, los que marcaron la vida de este polifacético historiador, catedrático universitario, comunicador, político de ideologia socialcristiana, director deportivo Herediano de corazón, pequeño empresario y, por qué no, hasta un tanto aventurero en el mejor sentido de la palabra. Esos consejos fueron: respeto a la dignidad del cargo, nunca diga no se puede... uno es más que cero, siempre pregúntese... por qué, qué hay detrás de lo aparente, y el más importante: la honestidad y la honradez son la mejor almohada, y que también supo heredarnos. La vida que hoy nos cuenta papá en este su libro, a sus ochenta años, narrada y escrita... a su manera, nos revela el espiritu de un ciudadano costarricense amante de la democracia, que no tuvo miedo para enfrentar los retos y personajes, por "encopetados" que fueran, que le presentaron obstáculos en las diferentes etapas de su vida; bien fuera, por ejemplo, a la hora de fundar y organizar instituciones universitarias y el SINART o realmente defender los intereses del Soberano desde su curul de diputado, ni qué decir de las decisiones que tuvo que tomar para lograr la fundación del PUSC o para que la Selección Nacional clasificara por primera vez a un campeonato mundial de futbol en Italia 90, para citar algunos ejemplos. En una oportunidad, el Dr. Guillermo Malavassi Vargas dijo que él siempre tenía tiempo para todos y para todo, de esa manera nunca abandonó su espíritu de investigador y analista cuya obra, además de centenares de articulos, queda plasmada en sus 55 libros publicados de los cuales podemos citar, como los más emblemáticos: Costa Rica y Sus Hechos Politicos de 1948; La Constitución de 1949; Costa Rica: Dictadura Mediática o Tirania en Democracia; Carazo: El Último Presidente y Con La Patria en el Bolsillo, una cruda narración de quienes se roban Costa Rica. Leyendo estas memorias escritas... a su manera, el lector descubrirá muchos hechos historicos en los que paá fue parte o testigo antes nunca narrados y no se va a aburrir. Sus hijos, Heidy, Oscar y Alejandro Aguilar Solís.
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