De los periodistas ganadores del Premio Pulitzer que en 2018 publicaron una explosiva investigación sobre la historia de la riqueza de Donald Trump en el New York Times, que revela cómo uno de los mayores fracasos empresariales del país mintió para llegar a la Casa Blanca
Poco después de anunciar su primera campaña para la presidencia de Estados Unidos, Donald J. Trump dijo a una audiencia televisiva nacional que la vida “no ha sido fácil para mí. No ha sido fácil para mí”. Basándose en una narrativa que venía contando desde hacía décadas, contó una fábula difícil sobre cómo convirtió un pequeño préstamo de su padre en un imperio empresarial e inmobiliario multimillonario. Esta hazaña, argumentó, lo hacía singularmente calificado para liderar el país. Excepto que nada de eso era verdad. Nacido de un padre rico que lo convirtió en beneficiario de sus propias inversiones altamente lucrativas, Trump recibió el equivalente a más de 500 millones de dólares de hoy a través de medios que no requerían experiencia empresarial alguna.
Basándose en más de veinte años de información fiscal confidencial de Trump, incluidas las declaraciones de impuestos que trató de ocultar, junto con registros comerciales y entrevistas con personas cercanas a Trump, los periodistas de investigación del New York Times Russ Buettner y Susanne Craig rastrean el ascenso y la caída financiera de Trump, y su ascenso y caída nuevamente. Durante décadas, dilapida su fortuna en negocios que pierden dinero, solo para ser salvado una vez más por la serendipia financiera. Pinta su nombre sobre la puerta de cada edificio, mientras solicita enormes préstamos que nunca pagará. Se obsesiona con las apariencias, mientras ignora las amenazas a los resultados financieros y organiza demandas costosas contra los funcionarios de la ciudad. Empaña el valor de su nombre al permitir que cualquiera con un cheque lo suficientemente grande lo use, y engaña al productor de televisión que no solo lo rescata de la bancarrota sino que lo presenta como un sabio de los negocios: la imagen pública que lo llevará a la Casa Blanca.
Lucky Loser, una obra maestra del periodismo narrativo, es un análisis minucioso de casi un siglo, repleto de exclusivas de la Torre Trump, Mar-a-Lago, Atlantic City y el plató de The Apprentice. En un momento en el que el vínculo de Trump con el éxito y el poder es más precario que nunca, aquí se presenta por primera vez el relato definitivo y verdadero de Trump y su dinero –lo que tenía, lo que perdió y lo que le queda– y la última palabra sobre el mito de Trump, el multimillonario hecho a sí mismo.
IDIOMA ORIGINAL
From the Pulitzer Prize-winning reporters behind the 2018 bombshell New York Times exposé of then-President Trump’s finances, an explosive investigation into the history of Donald Trump’s wealth, revealing how one of the country’s biggest business failures lied his way into the White House
Soon after announcing his first campaign for the US presidency, Donald J. Trump told a national television audience that life “has not been easy for me. It has not been easy for me.” Building on a narrative he had been telling for decades, he spun a hardscrabble fable of how he parlayed a small loan from his father into a multi-billion-dollar business and real estate empire. This feat, he argued, made him singularly qualified to lead the country. Except: None of it was true. Born to a rich father who made him the beneficiary of his own highly lucrative investments, Trump received the equivalent of more than $500 million today via means that required no business expertise whatsoever.
Drawing on over twenty years’ worth of Trump’s confidential tax information, including the tax returns he tried to conceal, alongside business records and interviews with Trump insiders, New York Times investigative reporters Russ Buettner and Susanne Craig track Trump's financial rise and fall, and rise and fall again. For decades, he squanders his fortunes on money losing businesses, only to be saved yet again by financial serendipity. He tacks his name above the door of every building, while taking out huge loans he’ll never repay. He obsesses over appearances, while ignoring threats to the bottom line and mounting costly lawsuits against city officials. He tarnishes the value of his name by allowing anyone with a big enough check to use it, and cheats the television producer who not only rescues him from bankruptcy but casts him as a business savant – the public image that will carry him to the White House.
A masterpiece of narrative reporting, Lucky Loser is a meticulous examination spanning nearly a century, filled with scoops from Trump Tower, Mar-a-Lago, Atlantic City, and the set of The Apprentice. At a moment when Trump’s tether to success and power is more precarious than ever, here for the first time is the definitive true accounting of Trump and his money – what he had, what he lost, and what he has left – and the final word on the myth of Trump, the self-made billionaire.
Interés
