Este es un libro qué quiere unir a su indudable encanto visual una voluntad de “instruir deleitando e instruir jugando”. Mediante la presentación de una serie de juegos atractivos, a menudo divertidos, transmite nociones útiles que buscan despertar en los niños la curiosidad por todas las producciones de la naturaleza o el arte. Aprovechando la asombrosa sensibilidad del niño ante los hechos que se le presentan, estos juegos le inculcan unas primeras nociones de ciencia y, por otra parte, mediante la enseñanza a través de los juegos, enseñándole a servirse de sus manos, a confeccionar por sí mismo los juguetes y aparatos que necesitará, el niño adquiere habilidad manual. Este libro se dirige tanto a los niños como a sus padres, y presenta grandes posibilidades pedagógicas tanto en la familia como en la escuela. Sin darse cuenta, jugando, el niño aprende a amar la naturaleza y empieza a comprender los misteriosos mecanismos del mundo.
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