Nahri nunca ha creído en la magia. Ciertamente, ella tiene poder; en las calles del Cairo del siglo XVIII, es una estafadora de talento insuperable.
Pero ella sabe mejor que nadie los oficios que utiliza para salir adelante: lecturas de palmas, zares y un misterioso don para curar - son todos trucos, tanto el medio para el encantador final de estafar a los nobles otomanos como una forma confiable de sobrevivir.
Pero cuando Nahri convoca accidentalmente a Dara, una guerrera Djinn igualmente astuta y oscuramente misteriosa, a su lado durante una de sus estafas, se ve obligada a reconsiderar sus creencias.
Pues Dara le cuenta a Nahri una historia extraordinaria: a través de arenas calientes y azotadas por el viento repletas de criaturas de fuego y ríos donde duerme la mítica Marid, más allá de las ruinas de una vez- Magníficas metrópolis humanas y montañas donde las aves rapaces que vuelan en círculos son más de lo que parecen, se encuentra Daevabad, la legendaria ciudad de bronce, una ciudad a la que Nahri está irrevocablemente unida.
IDIOMA ORIGINAL
Nahri has never believed in magic. Certainly, she has power; on the streets of 18th-century Cairo, she’s a con woman of unsurpassed talent.
But she knows better than anyone that the trades she uses to get by - palm readings, zars, and a mysterious gift for healing - are all tricks, both the means to the delightful end of swindling Ottoman nobles and a reliable way to survive.
But when Nahri accidentally summons Dara, an equally sly, darkly mysterious djinn warrior, to her side during one of her cons, she’s forced to reconsider her beliefs.
For Dara tells Nahri an extraordinary tale: across hot, windswept sands teeming with creatures of fire and rivers where the mythical marid sleep, past ruins of once-magnificent human metropolises and mountains where the circling birds of prey are more than what they seem, lies Daevabad, the legendary city of brass - a city to which Nahri is irrevocably bound.
Interés
