La autora superventas del New York Times de A Man Called Ove, My Grandmother Asked Me to Tell You She's Sorry y Anxious People cautiva a los lectores con esta historia "cálida y satisfactoria" (People) "sobre una mujer que se redescubre a sí misma después de una crisis personal... fans de Backman encontrará otro ganador en estas páginas” (Publishers Weekly).
Britt-Marie no soporta el desorden. Un cajón de cubiertos desorganizado ocupa un lugar destacado en su lista de pecados imperdonables. Ella no es alguien para juzgar a los demás, sin importar cuán maleducados, descuidados o moralmente sospechosos puedan ser. Es solo que a veces las personas interpretan sus sugerencias útiles como críticas, lo que ciertamente no es su intención.
Pero escondida dentro de la entrometida quisquillosa y socialmente torpe hay una mujer que tiene más imaginación, sueños más grandes y un corazón más cálido que cualquiera que la rodea se da cuenta.
Cuando Britt-Marie abandona a su marido infiel y tiene que valerse por sí misma en el miserable pueblo atrasado de Borg, del cual lo más amable que se puede decir es que tiene un camino que lo atraviesa, encuentra trabajo como cuidadora de un centro recreativo que pronto será demolido. La fastidiosa Britt-Marie pronto se ve atraída por las actividades diarias de sus conciudadanos, una extraña variedad de sinvergüenzas, borrachos y holgazanes. Lo más alarmante de todo es que se le ha encomendado la tarea imposible de llevar a la victoria al equipo de fútbol infantil sin talento. En este pequeño pueblo de inadaptados, ¿podrá Britt-Marie encontrar un lugar al que realmente pertenezca?
Divertida y conmovedora, dulce e inspiradora, Britt-Marie Was Here celebra la importancia de la comunidad y la conexión en un mundo que puede sentirse aislado.
IDIOMA ORIGINAL
The New York Times bestselling author of A Man Called Ove, My Grandmother Asked Me to Tell You She’s Sorry, and Anxious People captivates readers with this “warm and satisfying” (People) story “about a woman rediscovering herself after a personal crisis…fans of Backman will find another winner in these pages” (Publishers Weekly).
Britt-Marie can’t stand mess. A disorganized cutlery drawer ranks high on her list of unforgivable sins. She is not one to judge others—no matter how ill-mannered, unkempt, or morally suspect they might be. It’s just that sometimes people interpret her helpful suggestions as criticisms, which is certainly not her intention.
But hidden inside the socially awkward, fussy busybody is a woman who has more imagination, bigger dreams, and a warmer heart that anyone around her realizes.
When Britt-Marie walks out on her cheating husband and has to fend for herself in the miserable backwater town of Borg—of which the kindest thing one can say is that it has a road going through it—she finds work as the caretaker of a soon-to-be demolished recreation center. The fastidious Britt-Marie soon finds herself being drawn into the daily doings of her fellow citizens, an odd assortment of miscreants, drunkards, layabouts. Most alarming of all, she’s given the impossible task of leading the supremely untalented children’s soccer team to victory. In this small town of misfits, can Britt-Marie find a place where she truly belongs?
Funny and moving, sweet and inspiring, Britt-Marie Was Here celebrates the importance of community and connection in a world that can feel isolating.
Interés
