Una famosa leyenda que rodea la creación de Ana Karenina nos cuenta que Tolstoi comenzó a escribir un cuento con moraleja sobre el adulterio y terminó enamorándose de su magnífica heroína. Es raro encontrar un lector del libro que no experimente el mismo tipo de trastorno emocional. Anna Karenina está repleta de personajes principales y secundarios que existen por derecho propio y encarnan plenamente su entorno ruso de mediados del siglo XIX, pero sigue perteneciendo por completo a la mujer cuyo nombre lleva, cuyo retrato es uno de los más auténticos jamás realizados por escritor. Traducido por Louise y Aylmer Maude.
IDIOMA ORIGINAL
A famous legend surrounding the creation of Anna Karenina tells us that Tolstoy began writing a cautionary tale about adultery and ended up falling in love with his magnificent heroine. It is rare to find a reader of the book who doesn’t experience the same kind of emotional upheaval. Anna Karenina is filled with major and minor characters who exist in their own right and fully embody their mid-nineteenth-century Russian milieu, but it still belongs entirely to the woman whose name it bears, whose portrait is one of the truest ever made by a writer. Translated by Louise and Aylmer Maude.
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