Uno de los principales artistas del simbolismo, Odilon Redon (1840-1916) fue también un pintor de extremos escénicos y emocionales. Hasta 1890 aproximadamente, el artista era conocido en exclusiva por sus obras en blanco y negro. Estos cuadros negros eran litografías y dibujos al carboncillo poblados por criaturas fantásticas y aterradoras en una paleta de colores lúgubres. Los tonos pastel, sin embargo, fueron abriéndose paso poco a poco por su obra y, con ellos, surgieron temas nuevos y menos sombríos. Las flores se convirtieron en un motivo recurrente. Donde otrora se alzaron símbolos de melancolía, ahora se abrían paso caballos y mariposas de alas batientes.
Si bien este lirismo y armonía de la última etapa de Redon contrasta vivamente con su melancolía anterior, sus principios rectores seguían «poniendo lo visible al servicio de lo invisible». Mediante una imaginería onírica, unas texturas suntuosas y un sugestivo uso del color, Redon buscó crear un equivalente pictórico de su propio espíritu. Fue sobre todo un artista que plasmaba estados de ánimo, tanto los malos presagios como la alegría, y que ejerció una considerable influencia en el posimpresionismo que vendría después.
Sobre la serie
Cada libro de la Serie Básica de Arte de TASCHEN incluye:
un detallado sumario cronológico de la vida y obra del artista en el que se aborda su importancia histórica y cultural;
una concisa biografía;
aproximadamente 100 ilustraciones en color con comentarios explicativos.
IDIOMA ORIGINAL
One of the leading artists of Symbolism, Odilon Redon (1840-1916) was also a painter of scenic and emotional extremes. Until about 1890, the artist was known exclusively for his black and white works. These black paintings were lithographs and charcoal drawings populated by terrifying and fantastic creatures in a gloomy color palette. Pastel tones, however, gradually made their way through his work and, with them, new and less sombre themes emerged. Flowers became a recurring motif. Where once symbols of melancholy stood, now flapping-winged horses and butterflies made their way.
While this late-stage lyricism and harmony of Redon contrasts sharply with his earlier melancholy, his guiding principles continued " putting the visible at the service of the invisible ». Through dreamlike imagery, sumptuous textures, and suggestive use of color, Redon sought to create a pictorial equivalent of his own spirit. Above all, he was an artist who captured moods, both bad omens and happiness, and who had a considerable influence on the post-impressionism that would come later.
About the series < / p>
Each book in the TASCHEN Basic Art Series includes:
a detailed chronological summary of the artist's life and work, addressing its historical and cultural significance; p >
a concise biography;
approximately 100 color illustrations with explanatory comments.
Interés