La tragedia del sueño americano diferido de un vendedor, ganadora del premio Pulitzer
Desde que se representó por primera vez en 1949, Death of a Salesman ha sido reconocido como un hito del teatro estadounidense. En la persona de Willy Loman, el anciano y fracasado vendedor que se gana la vida con una sonrisa y un limpiabotas, Arthur Miller redefinió al héroe trágico como un hombre cuyos sueños son a la vez insoportablemente vastos y peligrosamente insustanciales. Nos ha dado una figura cuyo nombre se ha convertido en símbolo de una especie de grandiosidad majestuosa, y una obra que comprime extremos épicos de humor y angustia, promesa y pérdida, entre las cuatro paredes de una sala de estar estadounidense.
"De común acuerdo, este es uno de los mejores dramas de toda la gama del teatro estadounidense". —Brooks Atkinson, The New York Times
IDIOMA ORIGINAL
The Pulitzer Prize-winning tragedy of a salesman’s deferred American dream
Ever since it was first performed in 1949, Death of a Salesman has been recognized as a milestone of the American theater. In the person of Willy Loman, the aging, failing salesman who makes his living riding on a smile and a shoeshine, Arthur Miller redefined the tragic hero as a man whose dreams are at once insupportably vast and dangerously insubstantial. He has given us a figure whose name has become a symbol for a kind of majestic grandiosity—and a play that compresses epic extremes of humor and anguish, promise and loss, between the four walls of an American living room.
"By common consent, this is one of the finest dramas in the whole range of the American theater." —Brooks Atkinson, The New York Times
Autor | ARTHUR MILLER |
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Editorial | PENGUIN BOOKS |
Idioma | Inglés |