Dark Tower 4.5 The Wind Through The Keyhole

En su éxito de ventas del New York Times El viento a través del ojo de la cerradura, Stephen King regresa al espectacular territorio de la saga de fantasía de La Torre Oscura para contar una historia sobre el pistolero Roland Deschain en sus primeros días.

El viento a través del ojo de la cerradura es una brillante contribución a la serie que se puede colocar entre Dark Tower IV y Dark Tower V. Esta muñeca rusa de novela, una historia dentro de una historia dentro de una historia, visita a Roland y su ka-tet como un una tormenta feroz y gélida detiene su avance a lo largo del Camino del Haz. Roland cuenta una historia de sus primeros días como pistolero, en el año lleno de culpa que siguió a la muerte de su madre. Enviado por su padre para investigar la evidencia de un asesino que cambia de forma, Roland se hace cargo de Bill Streeter, un niño valiente pero aterrorizado que es el único testigo sobreviviente de la matanza más reciente de la bestia. Roland, que es solo un adolescente, calma al niño recitando una historia del Libro de Eld que su madre solía leerle a la hora de dormir, "El viento a través del ojo de la cerradura". “Una persona nunca es demasiado mayor para las historias”, le dice a Bill. “Hombre y niño, niña y mujer, vivimos para ellos”.

E historias como El viento a través del ojo de la cerradura viven para nosotros con la magia fantástica de Stephen King que “crea el tipo de paisajes ficticios completamente imaginados que un lector puede habitar durante días seguidos” (The Washington Post).

IDIOMA ORIGINAL

In his New York Times bestselling The Wind Through the Keyhole, Stephen King returns to the spectacular territory of the Dark Tower fantasy saga to tell a story about gunslinger Roland Deschain in his early days.

The Wind Through the Keyhole is a sparkling contribution to the series that can be placed between Dark Tower IV and Dark Tower V. This Russian doll of a novel, a story within a story within a story, visits Roland and his ka-tet as a ferocious, frigid storm halts their progress along the Path of the Beam. Roland tells a tale from his early days as a gunslinger, in the guilt-ridden year following his mother’s death. Sent by his father to investigate evidence of a murderous shape-shifter, Roland takes charge of Bill Streeter, a brave but terrified boy who is the sole surviving witness to the beast’s most recent slaughter. Roland, himself only a teenager, calms the boy by reciting a story from the Book of Eld that his mother used to read to him at bedtime, “The Wind through the Keyhole.” “A person’s never too old for stories,” he says to Bill. “Man and boy, girl and woman, we live for them.”

And stories like The Wind Through the Keyhole live for us with Stephen King’s fantastical magic that “creates the kind of fully imagined fictional landscapes a reader can inhabit for days at a stretch” (The Washington Post).