Muestrario de Familias Ejemplares

Muestrario de familias ejemplares es un breve e intenso libro de cuentos donde prima lo oscuro, los ambientes cargados y el peso de las circunstancias sobre los personajes. Desde el desconcertante primer relato cuyo final deja un escalofrío recorriendo el espinazo del lector, el autor muestra sus preferencias por personajes al límite, en muchos casos de comportamiento errático y sobre todo que parecen ser capaces de cualquier atrocidad. El pintor de «Deseleección natural, que con quirúrgica precisión describe la enfermedad, sería un perfecto ejemplo de los personajes que pueblan este conjunto de textos. Además es un ejemplo de la afilada prosa de Barquero. El siguiente cuento es «Nunca conocerás Rhodesia», uno de los mejores del conjunto. El autor, entre otras muchas cosas, es fotógrafo, narra sobre los límites del arte y las fronteras del horror que se pueden encontrar en la búsqueda de la belleza. Mau, el atormentado protagonista, paga un alto precio por conseguir las mejores fotografías. Entre los siguientes cuentos, resulta imprescindible señalar la ironía de «Guía del usuario para traductores», convirtiendo una carta familiar en un trabajo profesional. «Poda» es otro de los relatos brillantes del libro. La pérdida de la unidad familiar, el desarraigo y la partida son temas abordados de forma alegórica en esta historia sobre arreglos domésticos, objetos en desuso y vidas que están a punto de extinguirse. En «Ejercicio de desatasco» muestra a un protagonista entre alucinado y cómico obsesionado con un atasco. En los dos últimos cuentos, vuelve la oscuridad con dos relatos inquietantes. Destacaría, «La hora de las confesiones», que cierra el libro de forma impecable. La odisea criminal de un asesino accidental muestra los límites de la maldad, la ausencia de responsabilidades y la necesidad del ser humano de huir hacia delante.