Lechera y el Carbonero

Había una vez una lechera blanca blanquita. El pelo de maíz dorado. Se pasaba el día ordeñando una vaca blanca y delgadita. Desnutrida la animala. Pero si la vaca es pequeña uno grande la soñaba. Y aquella leche que, gota a gota, hacía caer en el balde redondo de todos los días… creía la chavala que le traía suerte. Ella siempre soñaba en blanco… Había una vez un carbonero, moreno morenísimo, pelo negro y chirizo. El chavalo amanecía y anochecía entre duros cuadros de carbones. Los apilaba, los empacaba en costales oscuros. Y mañaneaba para venderlos por allá, por acá, por acullá. Creía el niño que de aquellos dados de carbón saldría su fortuna. Él siempre soñaba en negro…