Es épico: el irresistiblemente grueso formato Mini House troquelado se encuentra con la obsesión de los dinosaurios. La tierra de los dinosaurios amplía la serie superventas al romper con la presunción: su primera solapa no es la puerta de una casa o un vehículo, sino un portal en el tiempo a una tierra exótica.
Una delicia táctil, así que agradable de sostener y hojear, para mirar dentro de la cueva troquelada y frotar los dedos a lo largo de la forma de los dinosaurios, La tierra de los dinosaurios está poblada de dinosaurios que rugen, pelean, nadan, se abalanzan, pastorean y corren, todo contra un colorido telón de fondo. de selvas, volcanes, mares prehistóricos y pantanos rezumantes. En el centro, un bebé dinosaurio recién nacido. ¿Pero de qué tipo? ¿Un feroz Tiranosaurio Rex? ¿El Gastonia acorazado, o el Ankylosaurus, empuñando su cola en forma de garrote? ¿El pacífico Brachiosaurus gigante que come árboles, o el divertido Parasaurolophus, con pico de pato y voz operística?
El libro es una búsqueda, ya que el lector sigue al bebé dinosaurio en su viaje de autodescubrimiento. Muy divertido, una educación, una primera introducción a dinosauriana: es un libro, es un juguete, es una nueva tierra para visitar una y otra vez.
IDIOMA ORIGINAL
It’s epic—the irresistibly chunky, die-cut Mini House format meets the obsession of dinosaurs. The Land of Dinosaurs expands the bestselling series by breaking the conceit—its first flap isn’t a door to a house or vehicle, but a portal back in time to an exotic land.
A tactile treat, so pleasing to hold and flip through, to peer into the die-cut cave and rub fingers along the shape of the dinosaurs, The Land of Dinosaurs is populated with roaring, fighting, swimming, swooping, herding, running dinosaurs, all against a colorful backdrop of jungles, volcanoes, prehistoric seas, and oozing swamps. At the center, a just-hatched baby dinosaur. But what kind? A fierce Tyrannosaurus Rex? The armor-plated Gastonia, or Ankylosaurus, wielding its clublike tail? The peaceful tree-munching giant Brachiosaurus, or the funny-looking Parasaurolophus, with the ducklike beak and operatic voice?
The book is a quest, as the reader follows the baby dinosaur on its journey of self discovery. Great fun, an education, a first primer in dinosauriana—it’s a book, it’s a toy, it’s a new land to visit again and again.
Interés
