La música fue su salvación. James Rhodes fue víctima de abusos durante su infancia y su vida ha estado marcada por esa tragedia. Escuchar a Rajmáninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a combatir sus demonios y a transformar su vida. James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. «Instrumental» son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vidas.QUIÉN ES:James Rhodes nació en Londres en 1975. Para entender su vida, es tan importante saber que trabajó en un Burger King o como hombre de negocios en la City londinense, como que ahora es uno de los principales renovadores de la (así llamada) música clásica y un prestigioso columnista en The Guardian. Para entender su éxito en España, basta con saber que Instrumental, su libro de memorias, donde explica los abusos infantiles que padeció y ensalza el poder sanador de la música, lleva vendidos 75.000 ejemplares. En los últimos meses ha actuado en festivales tan alejados de su música como Sónar o Primera Persona. Pero, en realidad, el éxito no es tan importante como lo que se hace con él: Rhodes ha dirigido su fama a visibilizar y fomentar el debate alrededor de las violaciones a niños, la enfermedad mental o los suicidios, ofreciendo charlas TED y conferencias en actos de Save the Children. Encariñadísimo con sus lectores españoles, se ha creado un vínculo emocional muy especial: Rhodes pasa casi tanto tiempo aquí como en Gran Bretaña y, aun así, sus lectores y seguidores lo echan de menos cada vez que se marcha. Ahora, por suerte, vuelve para invitarnos a tocar un instrumento con él en Toca el piano. Porque sabe que «la música es la respuesta a aquello que no la tiene». Y porque si ya nos inspiró con sus palabras, ahora quiere hacerlo con la música de Bach, su compositor favorito, cuyo nombre siempre lleva estampado en su sudadera favorita cuando nos visita.
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