A los dioses les encanta jugar con nosotros, simples mortales. Y cada cien años, les permitimos...
Nunca he sido favorecido por los dioses. Ni mucho menos, gracias a Zeus.
Al vivir como un oficinista maldito de la Orden de los Ladrones, simplemente mantengo la cabeza gacha y espero que los seres caprichosos que gobiernan desde el Olimpo no se fijen en mí. No es una tarea fácil, dado que San Francisco es la ciudad patrona de Zeus, pero me las arreglo. Yo sobrevivo. Hasta la noche en que me enredo con un dios diferente.
El peor dios. Hades.
Por primera vez, el despiadado y voluble Rey del Inframundo ha entrado en el Crisol, la competencia mortal que celebran los dioses para determinar un nuevo gobernante que se sentará en el trono del Olimpo. Pero en lugar de librar sus propias batallas, los dioses nombran a mortales para que compitan en su lugar.
Entonces, ¿por qué en el inframundo Hades me eligió a mí, una don nadie sarcástica con una maldición sobre sus hombros, como su campeona? ¿Y por qué mi corazón da un vuelco cada vez que dice que soy suyo?
No sé si soy un peón, un cebo o algo completamente distinto para este dios peligrosamente tentador. ¿Cómo puedo hacerlo yo, cuando él tiene más secretos que estrellas en el cielo?
Porque Hades juega según sus propias reglas... y la Muerte ganará a cualquier precio.
IDIOMA ORIGINAL
The gods love to play with us mere mortals. And every hundred years, we let them…
I have never been favored by the gods. Far from it, thanks to Zeus.
Living as a cursed office clerk for the Order of Thieves, I just keep my head down and hope the capricious beings who rule from Olympus won't notice me. Not an easy feat, given San Francisco is Zeus' patron city, but I make do. I survive. Until the night I tangle with a different god.
The worst god. Hades.
For the first time ever, the ruthless, mercurial King of the Underworld has entered the Crucible―the deadly contest the gods hold to determine a new ruler to sit on the throne of Olympus. But instead of fighting their own battles, the gods name mortals to compete in their stead.
So why in the Underworld did Hades choose me―a sarcastic nobody with a curse on her shoulders―as his champion? And why does my heart trip every time he says I’m his?
I don’t know if I’m a pawn, bait, or something else entirely to this dangerously tempting god. How can I, when he has more secrets than stars in the sky?
Because Hades is playing by his own rules…and Death will win at any cost.
Autor | ABIGAIL OWEN |
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Editorial | ENTANGLED PUBLISHING |
Idioma | Inglés |